domingo, 4 de diciembre de 2011

El vilipendio (I)



Lector, lectora, supongo que usted como yo habrá advertido el drama que nos acontece. La juventud española no sabe insultar. En sus frecuentes litigios sobre, por ejemplo, a qué lado de la cabeza hacerse la raya, nuestros joveznos alcanzan a proferir un limitadísimo número de apelativos, casi todos en exclusiva referentes al hipotético oficio de meretriz de la madre del mentado.

El noble arte del vilipendio, querido y gentil lector, querida y donosa lectora, se pierde, se envilece. Nuestros retoños creen que colocando un "joeputa" aquí y un "cabrón" allá ya se ha denostado bastante y, convendrá usted conmigo, eso a la postre ni es denostar ni es nada. El venablo no por injurioso debe perder elegancia ni tampoco hilaridad, y es por esto que a continuación ofrecemos unos ejemplos de rancios apelativos con los que puede usted obsequiar a sus ultrajados, haciendo gala además de prestancia y vasto conocimiento de la lengua:

-Botarate
persona atolondrada y poco sensata.

-Gaznápiro
Palurdo, simplón, torpe, que se queda embobado con cualquier cosa.

-Zoquete
persona torpe e ignorante.

Desde la redacción de esta humilde bitácora animamos a los presentes a familiarizarse con tan singulares vilipendios y a añadirlos a su devenir cotidiano. Agravie con distinción y sea ejemplo de gallardía. Insulte rancio, ¡leñe!

7 comentarios:

Rax-stax dijo...

Hola, voy a permitirme hacer una aportación con un termino que yo aprecio con demasía.

Zote: Ignorante, torpe y muy tardo en aprender.

Larga vida al castellano rancio!

Hombre Malo dijo...

Gran aportación querido lector. No creo que tan distinguido término tarde en aparecer en estas virtuales páginas.

Anónimo dijo...

zoquete, siempre me gusto esa palabra

Asia Minkoff dijo...

Me gusta eso de los ultrajados... imagino una novela rancia que se llamase así y se me erizan los pelos de los brazos que no tengo (los pelos, que brazos de momento me quedan dos)... a lo que iba, que como bien dice se están perdiendo las buenas costumbres... y es que además los beneficiarios de tales apelativos ya no son lo que eran, no merecen insultos tan distinguidos como los que nos regala usted... Ruin es uno que me gusta, no se si es muy rancio, pero para los malvados va estupendamente...

besicos

Hombre Malo dijo...

Zoquete es una plabra contundente, como una buena hostia a rodabrazo.

Querida Vampira, "ruin" es un excelente descalificativo, y si se adereza con algún otro venablo aumenta su sonoridad: "ruin sabandija", "ruin y despreciable", las posibilidades son inmensas.

Rax-stax dijo...

Se me ocurre otro calificativo algo flojo pero de bella sonoridad:

Zascandil: Hombre despreciable, ligero y enredador.

Anónimo dijo...

Pusilánime! Rastrero! Pelele! y no se que más, que es muy tarde...